EL CUERPO DE LAS MUJERES ESTA BIEN FORMADO PARA ABRIR PASO AL FETO QUE ÉL MISMO CREÓ Y LLEVÓ EN SU INTERIOR.

Therese Bertherat

Los modos de nacer

Me cuesta hablar de parto, uso mas la palabra nacimiento,  una vida que ha sido concebida por una pareja humana nace, un cuerpo de mujer alberga y permite el nacimiento, una nueva vida se  muestra, se aventura a un tiempo de desafíos, de riesgos, de aprendizajes. El nacimiento como la muerte despiertan fascinación  y miedo. Son momentos de profunda transformación e intensidad emocional que convocan la atención de diferentes maneras; produciendo un quiebre en las horas triviales; en las que quizás olvidamos que estamos naciendo y muriendo cotidianamente, en cada instante.El momento del parto humano expresa  potencias y fragilidades que conmueven. En todas las oportunidades en que acompañe un nacimiento acopie imágenes y experiencias que dejaron huellas en mi memoria, mis recuerdos y me instaron a preguntarme, cuestionar , reflexionar sobre los hábitos que instalamos para atender las circunstancias del nacimiento y sobre el lenguaje corporal que se muestra entre las rutinas de atención.Siempre  me pregunte:  tiene que haber necesariamente tanta intervención medica? la mujer debe someterse en una posición antifisiologica a que le hagan el parto? .    Las propuestas obstétricas de nuestro siglo han derivado en un parto medico orientado a disminuir riesgos; simultáneamente parecería que las mujeres fuimos perdiendo valor para el protagonismo activo y la confianza en nuestra capacidad de parir.    Desde diferentes espacios incluyendo el saber medico se fue gestando una lenta reacción  que  incorpora antiguas y nuevas miradas a las tramas del nacimiento en nuestra época, revalorizando conductas, seleccionando las mejores propuestas científicas y ...la realidad sigue invitando a la reflexión y a los cambios.    Hace ya unos anos Michel Odent; un obstetra pionero como Frederick Leboyer en los temas del nacimiento; escribía sobre los procedimientos que alentaba en el hospital de Pithiviers una ciudad cercana a París.           
“A la mujer que esta en trabajo de parto se la urge a confiar en lo que ella siente, a moverse como le parezca, a tomar, de manera espontanea cualquier posición. Puede caminar sentarse, arrodillarse, apoyarse en alguien o en algo o también acostarse si eso le es cómodo. Cuando se les da esa libertad las mujeres raramente eligen la posición dorsal o la de semisentada, por largos periodos de tiempo, porque simplemente no están cómodas.”    Sigue siendo una practica común acostar a la mujer y  someterla a múltiples intervenciones de rutina; alejándola de las sensaciones internas y de la posibilidad de integrarse y comandar los trabajos del parto.. En nuestra época coexisten los modos de nacer que conocemos a través de relatos a lo largo de la historia de la humanidad; desde el parto mas instintivo de la especie donde un cuerpo sigue sus dictados internos para abrirse y dar a luz con todos los riesgos;hasta el empleo de las mas sofisticadas tecnicas, las sillas de parto; las experiencias de obstetras respetando la libertad de la mujer y los tiempos del trabajo de parto; los partos acuaticos, la vuelta con nuevas condiciones al parto en casa.    En nuestro tiempo se esta produciendo la revalorización de las matronas, la partera; las mujeres acompañando y transmitiendo la sabiduría del genero.      Los hombres se acercan en muchos casos de otra manera a su responsabilidad en la concepción, en el nacimiento y en la crianza explorando otros modos de vincularse con su propia experiencia de vida.Las mujeres estamos involucradas desde la entraña capaz de albergar la vida y transformar el cuerpo en nido. Siento que los temas del nacimiento están abiertos en un tiempo turbulento. Que  es necesario rescatar y revalorizar la sabiduría de la especie y del cuerpo  y que el comienzo de una vida nos convoca recurrentemente a renovar la mirada y advertir que nacen y renacen nuevas posibilidades.El asombro de haber nacido se alberga en cada célula y se expresa en las preguntas que nos hacemos ante el enigma de la vida.  
Laura Gutman.-             

“Nacer es un momento de la transición desde un espacio de energía que olvidamos y que al asumir nuestra forma humana se transforma en un aquí terrestre que constituye un lugar y una historia para conocer y aprender, un territorio de conciencia para explorar.”[1]     
Laura Lerner Emmer [1] Guatuatear o cómo recibimos a los recién nacidos” Ed.Errepar 1996


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